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Cuatro de noviembre del dos mil once, por la madrugada aún yo en mi ordenador,  un poco aburrido, veo que no tengo nada que hacer, me voy al facebook agrego unas que otras personas entre esas vi a una chica que me llamó mucho la tensión y en verdad era por sus cachetes, eran demasiado grandes para un cuerpo de ciento cincuenta y dos centímetros, decidí agregarla, para mi suerte, al poco tiempo me acepto.


Comenzamos a hablar tranquilos, a conocernos un poco y todo lo demás, intercambiamos de número de teléfono, por suerte ya no teníamos que estar frente a una pantalla sentado en tu casa solo para escribirle a ella.


Nos agarramos confianza rápido mutuamente, comenzaba a ser algo maravilloso, había un gran problema, fuera de todo esto mi corazón y el suyo estaba a 205 kilómetros de distancia, si yo vivía algo lejos de su casa o ella lejos de la mía como lo quieran llamar, aún así eso no nos paró y en febrero del siguiente año, fuimos novios si algo controversial a lo que es el pensar de una persona, ya que lo normal es que una pareja viva por lo menos en el mismo estado, ella estaba muy fuera de ese margen.


Noté mucho que no daría resultado, a la semana de esto, terminamos; la misma distancia no nos dejó aún estábamos estudiando éramos unos pequeños para algo así,  pero con todo y esto conservamos la amistad, nos dejamos de hablar por dos semanas, para mi sorpresa cuando le vuelvo a hablar, ella ya tenía otro novio, yo estuve tranquilo por eso no le presté mucha atención igual ya no somos nada, pero a decir verdad, por dentro estaba muy celoso, en ese momento no sabía qué hacer, pensé que lo mejor era no decirle absolutamente nada de lo que sentía, y eso hice.


Tiempo después seguíamos hablando, mandándonos fotos y eso, hasta que un día agregamos a nuestra relación las video llamadas por Skype, la primera vez como para todos, fue espectacular, por fin logre ver aquellos cachetes y aquella sonrisa tan hermosa, aunque sea por medio de una pantalla, pero ahora la imagen no estaba estática, se movía y un poco mas y la podía escuchar, era un prototipo de perfección.
Entre vídeo llamadas por Skype y llamadas telefónicas todo se fue convirtiendo en algo mejor, la amistad se estaba consolidando más de lo que había pensado, ahora éramos nuestros psicólogos mutuamente, siempre al tener un problema nos decíamos todo respecto a eso y siempre llegábamos a una conclusión buena para ambos.


Hubo un tiempo donde nos comenzamos a celar uno al otro, era algo impresionante algo que nunca había visto, no podía hablar con otra persona mientras hablaba con ella, o hablar por teléfono mientras lo hacía con ella, pero eso me gustaba, podríamos decir también que soy algo masoquista, ya que sus celos maniáticos me encantaban; de aquí viene la primera

historia de todas estas.


Siempre soñábamos con vernos algún día y poder estar juntos aunque sea por un día estaba más que bien, solo eso le pedía, pero era difícil un éramos muy pequeños como para tomar una decisión así, y ninguno de los dos nos queríamos adelantar a los hechos.


Lo dejamos así, yo me mentalice que no íbamos a poder estar juntos nunca por lo mismo además ella era mayor que yo, eso no tiene mucho que ver pero igual era un obstáculo para

cualquier cosa.


Este año dos mil trece a pocos tiempo de yo tener mi novia, ya le había contado todo sobre ella y me dijo que estaba bien que ya no tenía nada que hacer. Me apoyo.
Unos meses después me entero de alguna forma que ella también tenía novio y aun no me lo había dicho, no sabía porque, se suponía que nos teníamos confianza y que éramos solo amigos y que contarse las cosas uno al otro era lo principal, ella decidió omitir eso y dejarlo pasar, lo que ella no sabía era que todo siempre se va a saber, eso fue lo primero que supe.


Al enterarme solo la llamé, y no me atendía notaba que había cambiado un poco ya no me escribía para darme los “Buenos Días” de siempre o para decirme que estaba bien, también lo dejé pasar.


Hasta que me cansé, un día la llamo a su teléfono y le pregunto que le ha pasado ella me responde que nada, y obviamente ya yo lo sabía lo deje pasar, le escribí por mensajes que ya sabía lo de su novio y todo lo demás, al igual que en las otras historias, le dije “Sé feliz”, porque en realidad solo deseaba que le fuera bien en su vida, me alejo de ella.


Vuelve a buscarme y a hablarme, pero nada era como antes ella ya tenía con quien hablar cosas más importantes sobre mí era una de las cosas, de alguna forma por medio de ella obtuve su contraseña, y cuando abro su Facebook puedo ver la conversación con su novio donde hablaba de mí, no muy bien se puede destacar, hable con ella le pregunte qué había pasado y lo admitió; ambos fallamos pero el más grande error fue de ella.


Ahora sólo hablamos de lo mas relevante, ella por su lado sigue adelante, yo por mi parte aún le aprecio pero ella al parecer no valora eso.

 

Éxitos en tu vida.

¿Amor A Distancia?

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